martes, 30 de octubre de 2007

Porque algún día faltarán cuentos.

por: Antonio Ramos

Una grata sorpresa encontrar la antología de cuento chiapaneco, compilada por Fernando Trejo y Fabián Rivera. El título, como dicen los compiladores, lanza al lector desde ya a la fabulación. Como toda antología, en cambio, en dispersa en cuanto a temáticas y tonos. Sobre sale en general, la ausencia del entorno chiapaneco en la obra, algunos textos sitúan su espacio en la ciudad de México y uno en ciudad Juárez, o bien, tienden a no dar explicaciones espaciales, pero de una forma u otra aparece Chiapas. Las antologías son buenas y malas, porque son como un breve compendio de concurso literario, donde unos textos sobresalen entre otros. Debería mencionar como un texto fuerte y poderosamente bien construído al de Alejando Aldana Sellschopp, La noche de los incestos, el inicio encomiable de Botas tejanas de Nadia Villafuerte, el divertido texto de Mario Alberto Bautista Villarreal sobre la vida en el siempre viejo y siempre por descubrir mundo literario. Al final de cuentas, Porque algún día faltaran cuentos... es un libro encomiable, una muestra fresca, inédita acaso, una muestra sustentable de los jóvenes escritores de Chiapas, algunos con más camino que otros, pero ya todos en el camino. A estos chicos, estoy seguro, en el futuro, jamás les faltarán cuentos qué escribir.

Dejaré esta calle




Por: Alejandro Aldana Sellschopp

Tierra Adentro publica el libro Dejaré esta calle, texto en el que el espacio físico es de sumo importante, el escenario invariable es la calle, ese espacio físico se vuelve espacio psicológico, sin dudas nos sitúa en una calle que logra especificarse, individualizarse, tiene carácter propio; sin embargo, el espacio está tan bien manejado que al mismo tiempo es cualquier calle, sin importar la geografía física, ya que esta calle, es una geografía psicológica y hasta cierto punto de la nostalgia.

¿Cuentos que hacen una novela?, ¿Una novela estructurada en cuentos? Considero que este libro tiene como género La Prosa. Inscrito en una visión de la narrativa sin estructuras cerradas, ni mucho menos acabadas, estas narraciones son invitaciones, estados de ánimo, sospechas, pretextos.

Lejos de los cuentos clásicos con atmósferas redondas, personajes dilatadamente caracterizados, en estas narraciones encontraremos personajes que se muestran mediante el lenguaje, se asoman a la narración, pero sobre todo se ocultan.

Antonio Ramos deja espacios vacíos que necesariamente deberá llenarlos el lector, y es aquí donde el libro es muchos libros, tantos como lectores se acerquen a sus pesadillas. Los personajes pasan de una narración a otra, sin importar un orden. Las narraciones tienen estructuras intricadas, densas, difíciles, complejas; pero puestas de tal manera que engañan al despistado, en realidad la prosa está montada desde varios puntos de vista en cada narración; pero sin perder nunca la visión del narrador.

Este narrador conoce esa calle, sus personajes; sin embargo nunca nos engaña con pensamientos o acciones que ni él mismo conoce, deja pasar las acciones como la vida misma, con un caos embriagador. El discurso se inscribe en lo conversacional, considero que es allí donde radica el mayor logro del texto. El lenguaje fresco, callejero, fluido se incrusta en el lenguaje del narrador-personaje, narrador-testigo, narrador-soñador, de tal manera que logra equilibrarse con claridad y precisión.

El narrador se sitúa desde un presente perfecto, recuerda, y el recuerdo se confunde con el sueño y la pesadilla, como en el cuento No hay balón que aguante, o el del Un Mil Máscaras que poco a poco nos hunde en la desesperación, en una tristeza que no sabemos bien a bien de dónde viene.

Decir que los textos nos recuerdan al Roberto Bolaño de los cuentos, sería reducir los alcances de sus narraciones, el autor tiene la capacidad de narrar, sabe contar, modular las líneas arguméntales, guarda una de las reglas de oro del cuento moderno: la verticalidad. Todos los cuentos son radicalmente verticales, ensaya el montaje sin perder de vista lo que se cuenta.

Si bien las narraciones no buscan una finalidad, ni un fin cerrado, su cause no aguarda una presa o una inmensa cascada donde desembocar, algunas prosas parecen interrumpirse abruptamente.

El lenguaje de las narraciones tiene carácter, peso específico, identidad propia, y esa característica es de elogiarse ya que hoy en día muchos escritores buscan relativizar su lenguaje para ser entendido por todos, para ser según ellos universales, en Dejaré esta Calle vemos lo contrario, hay una reafirmación de una época, de un lugar: México, y de un conjunto de caracteres que no quieren redimir a nadie, ni ser modelos morales o éticos, ellos fluyen con libertad, el autor logra dejarlos ser, a pesar de la poderosa carga autobiográfica con el que se escribió el libro, ¿libro de memorias?, ¿crónicas personales?, qué puede importar el género.

En Polo Ortega cocinero, una de las narraciones más inquietantes, cuando el joven cazador mata un jabalí cargado de lechones, dice algo que me parece exacto “Sólo la gente feliz cocina”, y yo agregaría:”Sólo con felicidad se debe escribir”, y así está escrito Dejaré Esta Calle.

Dejaré esta calle de Antonio Ramos



por: Damaris Disner





A Héctor Cortés Mandujano, por su siempre acertada charla y su generosa humanidad

Nadia Villafuerte me había hablado de él. Y que mejor recomendación. De casualidad me lo topé en las oficinas del Coneculta, pero las prisas por llegar al periódico me hicieron ya no acercarme a él, pensé: “Lo veré en la tarde a la hora de la presentación”. Por poco no llego, todo trabajo tiene sus inconvenientes que surgen precisamente cuando debería ser lo más rápido posible para poder asistir a los compromisos. Una amiga ya me esperaba, incluso, me había perdido de otro evento que iniciaba más temprano (lo siento, pero así es la vida cuando uno quiere partirse en dos pedazos). En fin, llegué a la presentación del libro de Antonio Ramos, Dejaré esta calle. Ya había iniciado Rolando Mazariegos su presentación. Es garantía saber que Alejandro Aldana y Rolando van a presentar un libro. Sus comentarios son acertados y procuran hacer amena su participación, invitar a la gente que interactúe con el escritor. Rolando se refirió a los cuentos como una colección de personajes populares, un anecdotario, donde hay un manejo del lenguaje congruente, llano, sencillo. Además que las narraciones poseen una tendencia fetichista, donde los objetos son habitados.
Para Alejandro, las narraciones hablan por sí mismas más allá del cintillo que les ponga Tierra Adentro, quien edita el libro que ganó el Premio Nacional de Cuento Joven Julio Torri 2005. ¿Hablar de un género? Es limitar la audacia del escribiente. La prosa. Así de sencillo, dice Aldana que es el género que utiliza Dejaré esta calle. Reconoce en él cuestiones estructurales complejas y sin duda Antonio lo escribió en un momento de felicidad, como refiere uno de sus personajes, hay que cocinar feliz. Alejandro lo retoma en: Hay que escribir feliz.
Le tocó el turno a Antonio. En medio de Aldana y Mazariegos, comenzó a hablar que la visita a Chiapas era la penúltima oficial de la gira de presentaciones del libro. Y nos leyó. E hizo que los presentes imagináramos a Polo Ortega alias “El Cocinero”. Una narración dentro de otra narración. Y me recordó a los narradores orales. Y pude ver como el muchacho abría el vientre de una jabalina, y poco a poco iban surgiendo los lechones. Pude observar cómo sus manos se manchaban de sangre y como oía la voz de su abuelo decir “siempre caza solo” y “nunca mates animal cargado”.
Toño nos dio receta de cocina. Cómo se preparan los zopilotes, las ratas, cuando se decide no cocinar lo que ha estado prohibido cazar. Polo Ortega, cocinero. Un cuento sin más ni menos. Exacto para reconocer el ejercicio certero.
Revueltas, Fuentes, Vargas Llosas, fueron sus lecturas primeras, aunque se confiesa un lector tardío. Su segundo libro editado habla de la calle en donde creció en su natal Monterrey. Calle que vio a la mayoría de los personajes que habitan sus historias, y que de una a otra, se comparten cómplices. Una presentación del libro fue en esa calle. Sí, especialmente cerrada ese día para convivir con los propios y extraños que deambulan en las páginas del libro.
Sus primeras lecturas lo marcaron para buscar una narración poderosa, que el personaje diga algo y que no se atrase. Egresado de la carrera de Letras Españolas de la UANL, un día se cansó de todos los manuales literarios, y se decidió a encontrar en las letras libertad.
Dejaré esta calle, se compone de nueve cuentos que empezaron a crearse en enero del 2004 y para el 2005 ya estaba concluido, resultando ganador ese mismo año del Julio Torri.
La presentación fue agradable, puede decirse que entre amigos, talvez por eso no quise sacar mi grabadora, y entrevistar a Antonio. No sé por qué, pero cuando uno comienza a grabar, la espontaneidad se ve cohibida. Tal vez, fue un capricho, pero cuando se vive una tarde de lectura, de acertadas presentaciones, de un ambiente armónico, donde aplaudimos talento joven y generoso, está de más ejercer un oficio. Fue una noche agradable que culminó con una buena charla, café y chipilín (versión sopa y tamales). Gracias, Toño, por hacernos disfrutar de narraciones certeras, crudas, irónicas, darnos tarea de llevar a casa imágenes, frases. Buen fin de gira.

sábado, 27 de octubre de 2007

Escribir para corregir la vida. Enrique Vila-Matas

Luz Helena Horita Pérez

Del 29 de septiembre al 8 de octubre pasados se realizó en la ciudad de Barcelona el Festival de Literatura Mexicana Fet a Mèxic (Hecho en México), donde se reunieron escritores mexicanos y españoles en una fiesta dedicada a la difusión y discusión de la literatura de ambos países, su relación y perspectiva del quehacer editorial. Es así que el primer día de actividades estuvo como invitado especial en la mesa dedicada a la Ficció Enrique Vila-Matas, escritor barcelonés cuya literatura se encuentra ligada de forma particular con México.
Enrique Vila-Matas nace en 1948 en la ciudad de Barcelona donde vive hasta 1968 cuando, autoexiliado del gobierno franquista, se muda a París donde la escritora Marguerite Duras le renta un apartamento y trabaja como redactor de la revista de cine Fotogramas. Su labor literaria inicia desde los años setenta con la publicación de su primer libro Mujer en el espejo contemplando el paisaje (1973); a éste le siguen La asesina ilustrada (1977), Impostura (1984), Historia abreviada de la literatura portátil (1985), Suicidios ejemplares (1991), Hijos sin hijos (1993), Recuerdos inventados (1994), entre otros. Sin embargo su obra comienza a ser reconocida a partir de 1999 y a cosechar premios desde 2001, cuando obtiene el Premio Rómulo Gallegos con la novela El viaje vertical. A este reconocimiento le siguen el Premio Ciudad de Barcelona, Prix Fernando Aguirre-Libralire y Prix du Meilleur Livre Étranger (2002), por Bartleby y compañía, y los premios Herralde, Premio Nacional de la Crítica, Prix Médicis Étranger (2003) y Premio Internacional Flaiano de Narrativa (2006), por El mal de Montano. Recientemente su novela Doctor Pasavento ha recibido el Premio José Manuel Lara Hernández (2005) y el Premio Real Academia Española (2007).
No obstante la lista de premios y reconocimientos a su obra, Enrique Vila-Matas es una persona amable, con un sentido del humor particular y discreto, cuya literatura revela a la lectura como un elemento de invención, en algunos casos reconstruyendo la lectura de obras bajo una visión que ha adquirido el título de vilamatiana (tal es el caso de Paris no se acaba nunca, lectura de París era una fiesta, último libro que Ernest Hemingway escribió antes de suicidarse en 1961). Así su escritura se caracteriza por las constantes referencias, citas y aparato enciclopédico que han creado la leyenda de Vila-Matas como escritor erudito, leyenda con la cual el autor juega al inventar citas y colocarlas en voces de personajes reconocidos (como Shakespeare), o bien intercambia de dueño (frases de Flaubert en voz de Laura Esquivel), con la manifiesta intención de desmitificación de la cita literaria como un recordatorio de que “escribir es divertirse”. Una de las citas más recordadas es aquella que puso en voz de Pessoa: viajar, perder países, de la cual comenta “estoy seguro de haberla leído en uno de sus libros, sin embargo al buscarla nuevamente no he podido hallarla”, comentario que nos lleva a recordar el descubrimiento borgiano de Uqbar. Es precisamente este un ejemplo de reconstrucción de realidad donde Vila-Matas establece y fundamenta la necesidad del acto de creación literaria: “escribir es corregir la vida —aunque sólo corrijamos una sola coma al día—, es lo único que nos protege de las heridas insensatas y golpes absurdos que nos da la horrenda vida auténtica”.
A pesar de que la obra de Enrique Vila-Matas tiene sus inicios en los años setenta, ésta es reconocida hasta los noventa principalmente por los lectores de América Latina, particularmente en México con Historia abreviada de la literatura portátil. Sólo después de ese momento España presta atención y reconocimiento a la propuesta del escritor. Al cuestionar sobre las posibles razones de que sus libros hayan sido recibidos con tanto interés en nuestro país, explica que México es un lugar donde la imaginación y libertad creativa está presente de forma natural, lo cual permitió la aceptación de planteamientos y situaciones que en otros contextos hubieran sido considerados absurdos. Fue así como la llamada Conspiración shandy o Sociedad secreta de los portátiles —cuyo blasón era la creación de obras maestras portátiles y el funcionamiento de los creadores como una “perfecta máquina soltera”—, se convirtió en el emblema vilamatiano, originando incluso diversas conspiraciones en la vida real.

Otro de los textos representativos de la obra de Vila-Matas lo constituye Bartleby y compañía, donde aparece el síndrome de Bartleby como una enfermedad o mal endémico de la literatura contemporánea que se manifiesta en creadores que aún con una conciencia literaria exigente no llegan a escribir nunca, o bien escriben una o dos obras y luego renuncian a la escritura (¿les recuerda a alguien?). La estructura de este libro es en forma de notas de pie de página de un texto que no se ha escrito, y que gira en torno a escritores que han dejado de escribir. Su contraparte es considerada El mal de Montano, donde una persona enferma por exceso de lectura, acabando inutilizado por la misma felicidad que le proporciona el leer.
En Desde la ciudad nerviosa, Vila-Matas hace una recopilación de crónicas periodísticas en las que recorre y redescubre su ciudad natal, Barcelona, bajo la tesis “uno deja el barrio y va más allá de los límite, es entonces cuando se realizan los hallazgos extraordinarios dentro de la propia ciudad”. En este libro explora con mirada nueva los espacios desplazando la ficción hacia una crónica más realista, echando mano de la experiencia periodística adquirida durante su trabajo en la revista Fotogramas.


Aunque sus obras más representativas son novelas, actualmente está regresando a la escritura del cuento. Sin embargo en lo que a lectura se refiere, prefiere la poesía y el ensayo a la ficción “Si uno está escribiendo narrativa, resulta muy complicado leer la narrativa de los demás. Por una sencilla razón: si el libro que eliges es mejor que el tuyo, y si encima es de un escritor amigo o contemporáneo y resulta que es mejor, entonces, claro, tengo la tendencia a querer hacer lo que hace el otro. Por lo tanto tengo que abandonar el que estoy haciendo […] Y si es más malo, tiene el problema como narrativa, de que me puede contagiar y rebajar lo que estoy haciendo.”

La obra de Enrique Vila-Matas está traducida al francés, inglés, alemán, italiano, ruso, portugués, esloveno, chino, polaco, danés, lituano, búlgaro, checo, eslovaco, finlandés, croata, japonés, griego, serbio, sueco, holandés, húngaro, hebreo, brasileño, turco, noruego y rumano: 27 idiomas en total, convirtiéndolo en uno de los escritores más conocidos a nivel internacional.



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Recuerdo haber sido el barman que en Lisboa inventó el cocktail Janelas Verdes Dream, pero yo diría que también fui ese personaje que, a costa de inventarse un pasado como en un juego de ilusionismo en el que se ejercitara el estilo, llega a la escritura. Se trataba, si no recuerdo mal, de un personaje marginado, que intentaba decir que existía, y lo que hacía era decirlo a través de la escritura, reconstruyendo y hasta inventando una identidad que nunca tuvo, pero que se hacía cierta una vez escrita: pues el personaje no pedía la palabra, sino que la tomaba, y lo hacía escribiendo, inventando su propia historia.

Recuerdos inventados.
E. Vila-Matas



· Vila-Matas, E. “Historia abreviada de la literatura portátil”. Editorial Anagrama. Barcelona. 4ª Edición en Compactos, mayo 2007. España.
· Vila-Matas, E. “Recuerdos inventados. Primera antología personal”. Editorial Anagrama. Barcelona. 3ª Edición, diciembre 2006. España.
· Villoro, J. “Literatura y crítica. Una conversación con Enrique Vila-Matas.” La Tempestad. No. 54. Mayo-Junio 2007. México.
· Escribir es dejar de ser escritor: Enrique Vila-Matas. Artículo electrónico disponible en: http://www.barcelonareview.com/23/s_escribir.htm. Consultado 20/oct/07
· Tejeda, A. Enrique Vila-Matas: “El canon literario español está dictado por las mafias”. Babab. No. 6. Enero 2001. Disponible en
http://www.babab.com/06/index.htm Consultado 20/oct/07

miércoles, 24 de octubre de 2007

Crónicas desde Barcelona CUATRO


Por: Alejandro Aldana Sellschopp.

Los mariachis callaron. Al finalizar la jornada los amables organizadores nos invitaron a un tequila de bienvenida. Mi extrema timidez me obligó a despedirme (sin despedirme) y retirarme de Caixaforum; sin embargo Luz, mi compañera, que es una de las personas más sociables que he conocido en mi vida, casi me obligó a regresar, los argumentos eran sencillos y bien probados por la historia de los encuentros de escritores “lo mejor de los encuentros es en los pasillos, bares y fiestas”.
Sin poder decir más regresamos, subimos por una escalera eléctrica y la sorpresa fue encontrarnos con una multitud (contemplando que era cosa de escritores, aquellos treinta tipos parecían una verdadera horda), todos hablando y riendo al mismo tiempo, realmente el ruido que se producía era ensordecedor.
Una larga mesa invitaba a degustar tequila, sí tequila mexicano, habían muchos caballitos, más allá copas y vino blanco o tinto, algunos bocadillos, canapés, puf los canapés son omnipresentes en cualquier fiesta, de cualquier parte del mundo.
Quienes me conocen, saben que no soy afecto a emborracharme (no por cuestiones morales, sino de salud), sin embargo inmediatamente me serví un caballito de aquel tequila, y antes de tomármelo se me acercó un camarógrafo de la tv española, y al ver que era mexicano me pidió que hiciera “el rito del tequila”, así que en directo y para toda España, me acomode el sombrero, tome sal y la vacíe a un costado de la palma de mi mano, busque el limón pero algún despistado colocó naranjas, rodajas de naranja para acompañar el tequila, en fin, chupé la naranja súper dulce, lamí la sal y bebí el caballito de tequila de un trago, “está rico?” Me preguntó el reportero, “riquísimo”, dije mientras sonreía a la cámara, fingiendo una sonrisa colgate.
Entre quienes bebían tequila estaba Vila-Matas quien platicaba muy animado con un grupo de personas, por mi mente pasó hablar con él, por lo menos estrecharle la mano, pero de nuevo la timidez pudo más, ahora Luz que ha leído más a Matas, tampoco se animó. Vila-Matas nos miraba desde su seriedad, primero con cierta simpatía, a los quince minutos con incomodidad, se alejó un poco evitando a toda costa darnos la espalda, después como a la media hora, francamente nos veía con terror. No, jamás pensé en encajarle un puñal, depositar una bomba en su portafolios o gritar consignas en su contra, únicamente saludarlo.
En esas estaba cuando tras un arbolito de plástico me encontré con el buen Tryno Maldonado, “qué haces aquí”, le dije confundido, “espera, espera, sólo intento saludar a Vila-Matas, llevo como una hora tras él”. Es curioso, no entiendo como muchos odian a Tryno, quizá porque no lo conocen en persona, sinceramente es un buen tipo, sencillo (entendiendo que se trata de un joven escritor), muy amable, y compañero. Me llamó la atención que llevaba el porta folios que dimos en el Primer Encuentro de Jóvenes Escritores del Sur-sureste de México. Me comentó que lo había aprehendido la policía, y no creían que era escritor, que venía invitado a este encuentro. Creo que su mayor falta fue traer muy poco efectivo en los bolsillos.
Un chavo dicharachero, muy parecido a Pablo Milanés de joven, se acercó, era Julián Herbert, con cabello afro, a lo hongo, claro que no lo reconocí, cuando Tryno me lo presentó, solté la carcajada, y comenzamos a platicar, por supuesto inmediatamente le dí el recado de Pedro Faro, acordamos que iría a San Cristóbal de Las Casas, para presentar uno de sus libros y ya en Chiapas nos lanzaríamos a Yajalón, Julián muy amablemente me dijo que no había problema, que lo invitáramos a través del Sistema Nacional de Creadores, del cual forma parte, me comentó que su novia es de San Cristóbal, donde vive su suegra, así que aprovecharía el viaje. Posteriormente se sumó José Eugenio Sánchez, poeta quizá conocido por muchos de ustedes, alivianado, inteligente, tímido.
Mientras platicábamos, entre tequila y tequila, no nos dimos cuenta que íbamos avanzando entre el tumulto, al final teníamos atrapado en un semi-circulo a un aterradísimo Vila-Matas que sin decir palabra dejó caer su caballito vacío.

-Ese día la prensa de España decía:

Nuria Roca afirma que: “La fidelidad es algo antinatural y no favorece a las parejas”, la presentadora acaba de publicar su primer libro, “Sexualmente”, en el que habla de sus experiencias en materia de sexo. En entrevista se le preguntó: “¿Qué cosa hace usted para no perder la pasión con el padre de sus hijos?”, a lo que ella respondió: “Usar baños distintos. Así no cotidianizamos al vernos desnudos y cuando nos descubrimos nos da más emoción”.

jueves, 18 de octubre de 2007

Crónicas desde Barcelona TRES

(Álvaro Enrigue, Emilio Manzano, Enrique Vila-Matas).


por: Alejandro Aldana Sellschopp.

Esperábamos ver un cartel de lujo. En el programa se anunciaba a Mario Bellatin, Emilio Manzano, para conversar con Enrique Vila-Matas, el escritor barcelonés más internacional. La mala noticia llegó al comenzar la tarde, Mario Bellatin no había podido llegar al evento, “le picó un mosquito” dijo Álvaro Enrigue, quien como buen bombero se subió al estrado para suplir a Bellatín. Por primera vez se realizaba una actividad sin mediar ninguna pantalla en blanco y negro, ahí sentado estaba Vila-Matas, muy serio, vestido con un saco negro, esperando que las preguntas comenzaran a cercarlo.

Álvaro Enrigue hizo una breve introducción sobre el autor catalán, sin embargo, más temprano que tarde, se perdió en alusiones a anécdotas personales, la visión de la narrativa en México, en fin mostrándonos su habilidad para fábular. Desparpajado, divertido, caótico, la charla era una anti-charla, una anti-entrevista, una conversación instalada en el no-género.
Vila-Matas tomó la palabra, su rostro mostraba una serenidad extraña, seriedad llena de ironía, sus palabras se acompañaban de guiños hacia el público, que reía mientras seguía la anti-conferencia. Una de las características de Vila-Matas fue la honestidad, una sinceridad llena de inteligencia, humildad poco frecuente en escritores de la talla de Matas, ganador del premio Rómulo Gallegos en 1999, y el Herralde en 2001, y el Médicis en París a la mejor novela extranjera publicada en Francia.
Vila-Matas afirmó que en México hay una mayor imaginación creativa, “por ello, no pierden el tiempo discutiendo géneros”. Contó que siempre que volvía de México, los periodistas españoles le preguntaban incisivamente “qué les dio a los mexicanos que lo quieren tanto”, y es que según él, fue precisamente México el país donde los lectores entendieron mejor su narrativa, después, mucho después los españoles comenzaron a leerlo con interés. “Recuerdo que en cierta ocasión”, platicaba, “escuché leer a Juan José Arreola uno de sus textos y me encantó”, reconociendo que Arreola es uno de los escritores que iniciaron el no-género.
Álvaro Enrigue reflexionó sobre la manera de ver la narrativa por algunos escritores, hoy en día según él, tanto la novela como el cuento no tienen razón de llamarse así, los escritores son los menos interesados en escribir “algo” que pueda entrar perfectamente en un género, “esa es una preocupación de la academia”. Y es que hay que decirlo, el festival fue sumamente anti-académico, afortunadamente. La sobre conceptualización, la sobre argumentación, no tuvo cabida. Escuchamos a escritores hablar, discutir, sobre literatura. Enrigue comentó que le aterra la idea tan difundida que considera el cuento como la maquinaria de un reloj, “el cuento no es algo terminado, redondo, perfecto”, llamó a estos “los textos acabaditos”.
Unos días antes de emprender el viaje a Barcelona, visité a mi amigo Pedro Faro, quien abrió una botella de vino, y me presumió sus nuevos hallazgos, me mostró libros de Julián Herbert, y César Aira. “Si ves a Herbert dile que me gustan algunos de sus poemas”, me dio la encomienda. Ahí en Caixaforum Vila-Matas hablaba de la poesía de César Aira, y todos compartían su admiración por el poeta.
Escuchando a Vila-Matas quedaba muy en claro lo importante que es para los escritores españoles y catalanes la literatura escrita por mexicanos, el conocimiento sobre obras y autores recientes es de sorprenderse. El crack es una referencia, y no se convencen del todo de lo que han producido; sin embargo Juan Villoro y Sergio Pitol no sólo son conocidos, si no literalmente idolatrados.
Ante la preguna “¿Cómo conocer a nuevos escritores?”, Vila-Matas respondió, que había que escuchar a los amigos, los escritores casi siempre hablan mal de los otros escritores, así que cuando uno de ellos habla bien de algún colega es porque algo de bueno debe tener.

-Ese día la prensa española decía: El ex presidente del PNV Xavier Arzalluz, quiso echar ayer más leña al fuego al afirmar que la Monarquía entró en la Constitución “por la puerta de atrás”, y que en España debería haber habido un referéndum para ratificar al Rey. Arzalluz añadió que Don Juan Carlos vino de “la mano de Franco” y contra el Rey “hay mucha gente de extrema derecha, del PSOE y del PNV”.

domingo, 14 de octubre de 2007

Crónicas desde Barcelona DOS




Por: Alejandro Aldana Sellschopp.

El auditorio de CaixaForum seguía medio vacío, imposible verlo medio lleno, mi optimismo no me permitía engañarme, sobre todo aquí, en uno de las ciudades más importantes en cuanto a vida cultural se refiere.
Si bien es cierto, Barcelona es una ciudad que está más allá de la extraordinaria arquitectura de Gaudí, por momentos uno parece encontrarse en Gaudílona, más del cincuenta por ciento de los atractivos turísticos se lo deben al famoso arquitecto, la otra pasión es el Barsa, el equipo de fútbol, escaparates, espectaculares (que hay pocos), anuncios, periódicos, revistas, toda la ciudad habla de fútbol, sobre todo en plena champions.
La radio deja sonar el nuevo sencillo de Hombres G, la omnipresente Shakira, y el pasito duranguense de Los Horóscopos de Durango. En CaixaForum el auditorio seguía semi vacío, a pesar de tener como invitado a Alejandro Rossi. En la pantalla el maestro Rossi en una imagen borrosa, en blanco y negro, parecía que finalmente utilizábamos la máquina del tiempo, y nos remontábamos a una época muy remota, gracias a un aparato de Odisea del Espacio podíamos entrevistarnos con un ser de la Nada. El interlocutor estaba sentado en una larga mesa con el riguroso paño verde, Xavier Rubert catalán, gran amigo de Rossi.
Considero que uno de los escritores, entre tantos, que las letras mexicanas no ha hecho justicia es Alejandro Rossi, filósofo del lenguaje y narrador con una prosa limpia, clara, casi transparente, inteligente sin recargar su discurso, una de las miradas más interesantes de la literatura mexicana.
En pantalla un Rossi viejo, enfermo, con sondas en las fosas nasales, que seguramente le suministraban oxigeno, saludó al publico sonriendo, con cierto temor, “¿están ahí?” preguntó indeciso, el poco público contestó con un grito como de alumnos de primaria. A partir de ahí, la plática fue de mejor a mucho mejor, aún cuando se sumó a entrevistarlo una persona de apellido Rojo, que definitivamente no conocía la obra de Alejandro, el viejo lobo de mar lo trataba como alumno, en varias ocasiones lo “regaño” con cariño por las barrabasadas que decía.
Rossi contó que su segunda lengua era el español, ya que nació en Florencia en 1932, aprendió el italiano de su padre, la escuela y la calle, su madre, una caraqueña hablaba un castellano doméstico, (y hay de aquel que diga que en España se habla español, los catalanes que han luchado heroicamente por su autonomía, que por supuesto incluye la defensa de la lengua, ellos rotundamente te dicen que el idioma es castellano). La inminencia de la guerra provocó que la familia de Alejandro se trasladara a Buenos Aires, ahí se hace lector voraz, comenzó leyendo la revista infantil Billiken, y así pasó de la niñez a la adolescencia marcado por los libros, y claro los colores del River Plate.
Llegó a México en 1951 para estudiar filosofía y se instaló para siempre, cuándo se le preguntó de dónde era, él respondió entre risas “Soy mexicano”. También se le cuestionó sobre la reciente reedición de su libro más conocido Manual del Distraído, su rostro se iluminó, la plática se volvió más intima, para esa hora ya habíamos eliminado la horrible pantalla llena de rayas en blanco y negro, sentíamos a Rossi ahí, sentado frente a nosotros, dijo que esa reedición era una sorpresa y una gran noticia, recordó que Octavio Paz lo invitó a escribir una columna en la revista Plural, así entre 1973 y 1977 fue escribiendo los textos que conformarían el Manual del Distraído, aquellas prosas no tenían un género definido, mezclaba con naturalidad memorias, ensayo, ficción. Adelantado a su tiempo sin dudas, podemos hoy constatarlo, cuando se discute con mayor ahínco la inutilidad de los géneros literarios.
La charla terminó en una franca disposición de amistad, emotiva, con un nutrido aplauso de los asistentes y del propio Rossi que batía palmas mientras se levantaba de la silla jalando las sondas y arrastrando un tanque de oxigeno.

-La prensa española decía:

Súper vivienda reaparece para quemar el Pacte d´Habitatge por “especulador”. El héroe de la plataforma ciudadana V de vivienda, Súper vivienda, reapareció ayer en la Placa de Sant Jaume para quemar simbólicamente un ejemplar del Pacte Nacional.

Nota: En la foto aparece un hombre joven, regordete, vestido con mallas amarillas, payasito negro y rigurosa capa, un antifaz de terciopelo negro, con guantes largos hasta los codos. En fin si en México tenemos a Súper Barrio, los catalanes cuentan con V Súper Vivienda.

sábado, 13 de octubre de 2007

Crónicas desde Barcelona UNO


por: Alejandro Aldana Sellschopp.

El Fet a Méxic, festival de literatura mexicana en Barcelona, permitió conocer el punto de vista de editores tan prestigiosos como Elena Ramires (Seix Barral), Eduardo Rabasa (sexto Piso), Jorge Herralde (Anagrama) Juan Cerezo (Tusquets), Claudio López de Lamadrid (Mondadori), y el de escritores como Álvaro Enrigue, Alma Guillermoprieto, Julián Herbert, Martín Solares entre otros, sobre la situación de la crítica literaria, las políticas editoriales, la relación de las pequeñas editoriales en el mercado del libro, lecturas y vivencias entre escritores, así como la percepción de la literatura mexicana en España.

La dinámica del festival estaba diseñada para vincular a escritores, editores y público. La primera actividad se llevo a cabo en el Auditori Caixaforum, la tarde el primero de octubre recibiría a los participantes y el público entusiasta; sin embargo las cosas no resultaron de tal forma, y es que es de llamar la atención que un evento que reunía a excelentes escritores, editores, y algunos poetas, no tuviera la afluencia de asistentes como podría esperarse, el auditorio semi vacío fue la constante en toda la semana de “festival”, se convirtió en un evento de escritores para escritores. Lo cual no pareció importar mucho a los organizadores.
Hace unos años el CONACULTA publicó una serie de video-entrevistas realizadas por Soler Serrano, con aire romántico, en blanco y negro, con música estridente, festiva, un poco ridícula y pasada de moda, mi sorpresa fue que era precisamente una de aquellas entrevistas la que se exhibía en una pantalla, que no dejaba de recordar
me el viejo cine de mi pueblo, en varias ocasiones sentí el penetrante olor de los baños.
Ahí estaba Soler Serrano platicando con Juan Rulfo, ahí una época donde se creía en el escritor como alguien de sumo importante, portador de la Verdad, demiurgo, duende que todo lo sabe y avizora, Serrano como siempre dejando ver su admiración desmedida por sus entrevistados, transmitiéndonos a nosotros, espectadores instalados en el siglo XXI, un dejo de simpatía ñoña, cómo habían cambiado los tiempos, cómo la visión de esa literatura hoy en día significaba otra cosa, Rulfo habla con dificultad, cualquiera creería que está borracho, fuma y bebe algo que bien podría ser coca-cola, Rulfo es irónico, juguetón, sus respuestas son entre cortadas, confusas, hasta torpes; deja claro que tiene un rencor vivo con los críticos mexicanos, y algunos escritores que no comprendieron su obra en los recientes años de su publicación, goza ser reconocido en el extranjero, parece que se dedica a ajustar cuentas, quizá por ello ya no escribió más, estaba tan ocupado.
Al finalizar la entrevista, que casi nadie atiende, Serrano pregunta a un Rulfo aburrido “Maestro, ¿le gusta la televisión?”, y Rulfo contesta sonriendo “¿La televisón?, sí claro, me gusta, me gusta mucho”.

Ese día la prensa española decía:

-El festival erótico de Barcelona se despide este fin de semana de su ubicación en La Farga. Habrá homenaje al actor Nacho Vidal y todo el cine erótico para ellos y ellas.

martes, 9 de octubre de 2007

Encuentro de Poetas del Mundo Latino 2007



Por: Marisa Trejo Sirvent


El evento denominado "Encuentro de Poetas del Mundo Latino", de gran trayectoria internacional ha organizado el Homenaje al poeta Juan Bañuelos, donde participarán 36 representantes de más de 19 países de América Latina, el Caribe, Canadá y Europa y 41 poetas mexicanos.
Este Encuentro va a realizarse del 23 al 28 de octubre DE 2007, en las ciudades de México, Morelia y Uruapan y se contará con la presencia de este reconocido poeta chiapaneco.
En Chiapas ya se llevó a cabo hace unos quince años este evento. A nivel nacional comenzó en el año de 1986, realizándose primeramente en el D. F. y posteriormente se hizo extensivo en algunas ciudades del país como Oaxaca, Tuxtla Gutiérrez, Querétaro, Zacatecas, Guadalajara, Aguascalientes y la Ciudad de Campeche, entre otros lugares de México.
El Seminario de cultura Mexicana apoyó para que se realizara luego que fue suspendido por seis años y se reanudó en Oaxaca con el gobierno de esa entidad federativa en el año de 1998 y desde esa época viene realizándose gracias al Seminario de Cultura Mexicana y diversos organismos e instituciones,
Este año tendrá lugar en Morelia y Uruapan, Michoacán y en la Ciudad de México a través de la iniciativa del Seminario de Cultura Mexicana, con el patrocinio también del Gobierno del Estado de Michoacán, a través de la Secretaría de Cultura de Michoacán, la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, el Instituto Nacional de Bellas Artes, la Secretaría de Relaciones Exteriores, a través de su Dirección de Asuntos Culturales y la colaboración de la Dirección de Literatura y la Casa Universitaria del Libro de la Universidad Nacional Autónoma de México; y de la Universidad Intercontinental.
Los días 24, 25, 26 y 27 de octubre en las ciudades de Morelia y Uruapan habrá nueve importantes mesas en que leerán sus trabajos los poetas extranjeros invitados alternando con sus colegas mexicanos.
Bellas Artes y lLa Universidad Intecontinental de la Ciudad de México recibirán a los poetas quienes darán lecturas en sus instalaciones el lunes 21.
La Casa Universitaria del Libro de la UNAM ha organizado también otras mesas de lecturas de poetas que participarán en la Máxima Casa de Estudios el martes 22 a las 18:00 horas.
De acuerdo al comunicado del Comité Organizador "El objetivo de estos encuentros es promover y difundir la poesía de lenguas romances entre el público mexicano y estimular los intercambios culturales entre los representantes de cada país invitado. Este año el Encuentro está dedicado a una de las máximas figuras de la lengua española, el poeta Juan Bañuelos, para celebrar sus 75 años".
Participarán por México: Juan Bañuelos,Hugo Gutiérrez Vega, Víctor Sandoval ,Alejandro Aura, Elsa Cross, Francisco Hernández, Eduardo Hurtado, Francisco Serrano, Coral Bracho, José Ángel Leyva, Rafael Vargas, Jorge Fernández Granados, Rodrigo Flores, Claudia Posadas, Alí Calderón, Jair Cortés, Eduardo Vázquez, Luigi Amara, Juan Manuel Gómez, Rodolfo Mata, Fernando Fernández, Saúl Juarez, Alicia García Verruga, Lina Zerón (Estado de México), Pedro Serrano, Benjamín Valdivia (Gto.,) Enrique Servín (Chihuahua), Juan Manz (Sonora), Victor Manuel Cárdenas (Col), Silvia Eugenia Castillero (Jal), Carmen Villoro (Jal.), Jorge Souza (Jalisco), Juan Pablo de Ávila (Ags), Ignacio Betancourt (SLP), Gaspar Aguilera, José Leonel Torres, Francisco Javier Larios Ramón Guzmán Ramos, Ana Aridjis, José Antonio Alvarado. El estado de Chiapas estará representado por el Dr. Jesús Morales Bermúdez (Chiapas), narrador, ensayista e investigador y Rector de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas.
Entre los poetas extranjeros se incluyen a: de ARGENTINA, a Mercedes Díaz Araujo y Ana Wajszczuk; de BÉLGICA, a Miriam van Hee, Eric Brogniet, Stefaan van den Bremt y Stefan Hertmans; de BRASIL, a Thiago de Mello; de COLOMBIA, a Juan Manuel Roca, Giovanny Gómez y Santiago Mutis; de CHILE, a Eduardo Llanos Melusa y Omar Lara; de COSTA RICA, a Carlos Cortés; de CUBA, a Waldo Leyva, Norberto Codina, Carlos Martí y Pablo Armando Fernández; de ESPAÑA, a Álvaro Salvador y Juan Carlos Abril; de CATALUÑA, a Jordi Virallonga; de FRANCIA, a Silvestre Clancier; de GUATEMALA; a Enrique Noriega y Aída Toledo; de ITALIA, a Martha Canfield; de NICARAGUA, a Edwin Illescas y Milagros Terán; de PERÚ, a Rodolfo Hinostroza, de QUÉBEC, CANADÁ, a Elise Turcotte, France Mongeau, Bernard Pozier y Claude Beausoleil; de REPÚBLICA DOMINICANA, a José Marmol; de RUMANIA, a Cassian María Spiridon; de URUGUAY, a Silvia Guerra, Enrique Fierro e Ida Vitale; de VENEZUELA, a Juan Calzadilla. Pariticipan excluisivamente poetas invitados pero el evento está abierto al público asistente en general.
Juan Bañuelos nació en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México, el 6 de octubre de 1932. Hizo estudios en las Facultades de Derecho, Filosofía y Letras y en la Escuela de Ciencias Políticas (UNAM). Fue miembro fundador del Ateneo de Chiapas.
Ha colaborado en múltiples publicaciones nacionales e internacionales. Su poesía ha sido ampliamente difundida por la BBC de Londres y el Internet y en múltiples antologías nacionales e internacionales.
Su voz se encuentra grabada en la Ccolección Voz Viva de México (UNAM). Algunos de sus poemas han sido traducidos al checoslovaco, polaco, búlgaro, húngaro, noruego, sueco, rumano y alemán.
Su libro "Espejo humeante" otuvo en 1968 el Premio Nacional de Poesía de Aguascaliente y en 1984, el Premio Chiapas en la rama de Arte, por su aportación a la lírica de México.
Entre sus libros editados en México sobresalen: "Antología" UNAM, Material de Lectura, 1987, "La guitarra azul", Joaquín Mortiz/ Planeta, 1986, "Puertas del Mundo", en La Espiga Amotinada (colectivo), Fondo de Cultura Económica (FCE), Letras Mexicanas, 1960, "Escribo en las paredes", en Ocupación de la palabra, FCE, Letras Mexicanas, 1965, "Espejo Humeante", Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA)/ Joaquín Mortiz, 1969, "No consta en actas", Instituto Politécnico Nacional, 1971, "Destino arbitrario", ed. Papeles Privados, México, 1982, "Espejo humeante" y "Destino arbitrario", SEP, ed. Lecturas Mexicanas, 1987.
Entre sus libros pubicados en el extranjero se pueden mencionar: "Poesía de Juan Bañuelos", Cuba, Casa de las Américas, 1988 y "Donde muere la lluvia, (selección de M. A. Campos) Guadalajara, Luvina, México, 1992.
Perteneció al grupo la “Espiga Amotinada” conformado por Eraclio Zepeda, Juan Bañuelos, Óscar Oliva y Jaime Augusto Shelley. Ha dirigido algunos talleres literarios en diversas partes del paìs, entre los que destacan: taller de poesía de la UNAM, y el de creación y análisis de poesía en el ISSSTE.
Juan Bañuelos "ha ensayado todas las voces de la poesía: las formas tradicionales y el poema que se desborda en versículos, el canto de la intimidad amorosa y las composiciones que encarnan un sentimiento colectivo. La cólera, la pesadumbre, la certeza de vivir en una época agonizante se divierten en páginas donde experiencia vivida y cultura heredada logran una síntesis cada vez más exacta y personal".
Según Sergio Mondragón en República de poetas: “en su obra predomina el erotismo y, aquí y allá, diseminados como edictos en las esquinas, la rabia y el pesar por la desdicha e injusticias que se producen en la sociedad, lo que no evita que su poesía sea, también, contemplativa. De algún modo que recuerda a Pellicer, el trópico le presta luz a sus versos y a sus ojos deslumbramiento".

Recientemente participó en el XII Encuentro Internacional de Poesía de la Habana, en mayo de 2007, donde tuve la oportunidad de saludarlo e invitarlo a Chiapas para leer su poesía en la Universidad Autónoma de Chiapas, en un Encuentro Internacional que realizamos recientemente convocado por la Escuela de Lenguas-Tuxtla de nuestra Máxima Casa de Estudios en el Estado, el Seminario de Cultura Mexicana y la Universidad Intercultural de Chiapas, con los apoyos de otras insitituciones y de la iniciativa privada.

Desafortunadamente no ha sido posible que podamos contar con su presencia en el Estado de Chiapas en algún evento reciente, sin embargo, vaya desde aquí nuestra más sincera felicitación por este homenaje tan merecido a nombre de la Corresponsalía del Seminario de Cultura Mexicana, el Grupo Literario "Décima Musa", la Editorial “Viento al hombro” y de la Escuela de Lenguas-Tuxtla de la Universidad Autónoma de Chiapas.