Cultura para todos
Entrevista a José Antonio Reyes Matamoros Cuatro: El poeta ante su sombra.
Por: Alejandro Aldana Sellschopp.
Alejandro Aldana Sellschopp—En la historia de la Literatura mexicana podríamos decir que Revueltas es como el caso más patético, en el caso de tantas cosas que se puede decir del Partido Comunista Mexicano, pero en lo artístico creo que no hay otro caso en México, de hecho no hay, que se parezca, por ejemplo, a las persecuciones que se hicieron en la URSS a un escritor, de una gran calidad como lo era Revueltas, que además era miembro del Partido Comunista y que se le haya perseguido, fue expulsado mil veces, estuvo en la cárcel. Revueltas tuvo que retirar Un proletariado sin cabeza, Los días terrenales, El cuadrante de la soledad y Los errores.
José Antonio Reyes Matamoros—No, El cuadrante lo presentaron incluso.
Alejandro Aldana Sellschopp—Pero después lo retiraron. No lo persiguieron una vez. Por lo menos hay cuatro obras fundamentales en la historia de la literatura, no sólo en español sino mundial, y el Partido Comunista lo persigue.
José Antonio Reyes Matamoros—Lo acosa, mira yo creo que lo acosó. Bueno, en primer lugar, por desgracia, yo sí lo digo, por desgracia México tiene pocos José Revueltas. No solamente en su aspecto artístico, eso sería para mí también una torpeza. Por desgracia yo creo que encontramos en nuestra literatura pocos artistas con esas cualidades. Un artista que no decía, que decía y hacía, un artista cuyo principio en el trabajo artístico y militante, a mí me parece que es un excelente ejemplo para decenas de personas, un artista que invirtió mucho tiempo tratando de conocer a su país. Un artista que invirtió muchísimo tiempo tratando de ligarse a procesos que trascendieran a su país. Revueltas fue un tipo muy participativo, él no podía disociar el arte de su participación. Él jamás disoció el arte de su compromiso político. Ahora mucha gente le tiene miedo a esas palabras. No sé porqué y no me interesa, con toda sinceridad, pero creo que si tuviéramos diez Revueltas con todos sus sinsabores, tanto la literatura como el ejemplo de esos hombres hubiera cambiado el rostro de nuestro país.
Alejandro Aldana Sellschopp—No sólo de la literatura
José Antonio Reyes Matamoros—Y de la literatura. Lo que pasa es que, mira, yo no puedo disociar esas cosas. Cambiar el rostro de este país es cambiar la literatura. Ahí en ese sentido hace rato, en la primera pregunta o segunda no sé, ahí hay cuestiones muy interesantes. Hay que recordar que en el movimiento de 1917 en la Rusia zarista hubo literatura de influencia revolucionaria, es decir que ayudó a los procesos revolucionarios en aquél país. En el caso del nuestro casi toda la literatura es posrevolucionaria. Son, digo, Mariano Azuela es un excelente escritor, Martín Luis Guzmán es un excelente escritor, pero son los retratos posrevolucionarios. Fue muy crítico, o sea es una, quizá se dio a la inversa. El proceso ruso es el antes y después, yo insisto más antes que después, pero en México es el después. Pasa la revolución y viene Luis Guzmán, viene Azuela, el propio José Revueltas que algunos libros lo consideran un escritor de la revolución, es una tontería pero así aparece; incluso Juan Rulfo, es quizá el último escritor de la revolución. Pero también se hacen bien críticos. Son muchas voces, por un lado está Luis Guzmán que en algunas de sus novelas exalta la cuestión; por ejemplo a Pancho Villa, él inventó a Pancho Villa dicen muchos, que el personaje que idolatra tanta gente él lo inventó.
Entra para la polémica que Juan Rulfo sea el último escritor de la Revolución sólo porque retrata una parte de la Guerra Cristera en Pedro Páramo. Pero también hay una parte, por ejemplo también Azuela, quien fue más crítico con la Revolución, con los procesos de la revolución en sus novelas. Eso es por un lado, pero por otro lado yo quisiera agregar a esto una cuestión que a mí me parece importante. Hay que recordar, y aquí entra la cuestión de la defensa de Revueltas respecto de las corrientes que ya dijimos, entra también otra situación que debemos contextualizar, no teníamos hasta el siglo pasado, hace cien años, aún no cumplimos cien años de la producción novelística en nuestro país. El contexto en el que hay que analizar a Revueltas sería una tontería hacerlo aislado. Revueltas viene de un proceso formativo muy profundo, muy escabroso, y de una trayectoria poco vista en la narrativa de otros países. Qué quiero decir con esto, Flaubert no es Flaubert por sí solo. Flaubert es producto de centenas de años juntas de la gran producción que dio el pueblo francés. Tolstoi, ya lo dijimos, él es heredero de distintas culturas, una de ellas es la francesa. En el caso de Revueltas, o en el caso de Martín Luis Guzmán, o en el caso de Mariano Azuela su nacimiento, es cierto que no está ahí en la Revolución, pero atrás de la Revolución no tenemos nosotros, México, no tenemos la gran amplitud de novelistas, de artistas cuya continuidad sean estos compañeros. Los hay, por supuesto, los hay sin duda, pero no tenemos, pesó mucho en el México revolucionario el costumbrismo, lo pueblerino. Y entonces a éstos compañeros los tenemos…
Continuará…