martes, 26 de julio de 2011

José Antonio Reyes Matamoros

Nuevas ausencias

Por: Rodrigo Núñez de león
Mi amigo José Antonio Reyes Matamoros se ha vuelto eterno, desde hace cuatro meses se esfumó de este mundo y nadie sabe donde andará fundando espacios para la creación y difusión de las artes y culturas o editando las obras de noveles escritores. La artista y pintora Maura su compañera ha de estar inconsolable, ojalá que estas breves palabras evoquen y sirvan para que todos los que gozamos de la amistad de José Antonio y Maura al unísono les transmitamos sinceros abrazos en señal de dolor, de duelo compartido.
Cuando Chiapas vivió una efímera pero significativa guerra para reivindicar a los pueblos, las etnias chiapanecas, a los hombres y las mujeres casi por siempre colonizados al interior de este estado y del país, Maura y José Antonio dieron vida, fundaron, el Centro Cultural Jaime Sabines en una casona de San Cristóbal en la que funcionó una escuela de escritores sucursal de la SOGEM, una galería-librería y un restaurant que servía excelentes platillos y buenas bebidas. El centro cultural estaba ubicado a dos cuadas de la calle Real de Guadalupe. Carlos Jurado pintó y colgó en la pared más visible de aquel espacio un retrato, con proporciones de mural, del famoso doctor sancristobalence que en tiempos del imperio español fue médico del rey y destacó como inventor, por lo que la calle donde estuvo el Centro Cultural Jaime Sabines hasta la fecha se llama Felipe Flores. Algunas pinturas de Maura y otros fotógrafos y artistas cuyo nombre no recuerdo decoraban la casona en la que la gente podía sentirse a gusto y expresar con libertad sus ideas sin temor ni acciones de censura .aunque afuera todavía retumbaban los ecos de los diálogos en la catedral en los que los beligerantes iniciaban un diálogo por la paz cuyos acuerdos no se han cumplido en su totalidad. Muchos poetas y escritores leyeron allí parte de sus obras. La poeta Ámbar Past presentó la revista artesanal La Jícara cuyas ediciones son una obra maestra de impresión serigráfica del taller Leñateros que Ámbar fundó con mujeres indígenas que también son poetas que saben hacer a mano bellos papeles y dibujos. No serían suficientes estas líneas para referir todas y cada una de las actividades que se llevaron a cabo en el Jaime Sabines coleto. Pero puedo informar que el propio poeta mayor, cuyo nombre honraba aquel espacio, aceptó con beneplácito que llevara su nombre.
Da tristeza y nostalgia porque hoy ya no están por acá ni Jaime Sabines ni José Antonio Reyes Matamoros y el Centro Cultural cerró sus puertas hace algunos años. Maura ya no radica en San Cristóbal. ¿Quien se animará para continuar con la promoción cultural democrática e independiente ?

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