jueves, 13 de febrero de 2014

Eraclio Zepeda y la paramilitarización en Chiapas UNO



Eraclio Zepeda y la paramilitarización en Chiapas UNO

por: Alejandro Aldana Sellschopp.
Para: Luz y Emiliano

Eraclio Zepeda es el mejor narrador que ha tenido Chiapas, desde muy joven su talento literario se hizo patente, sus cuentos mostraban una poderosa estructura dramática, sus personajes estaban más que vivos y actuantes, su conocimiento del idioma castellano era un portento de musicalidad, ritmo y precisión poética. Laco, como es conocido de manera cariñosa, se convirtió en un escritor con gran presencia en el medio intelectual mexicano. A la par de su maestría narrativa desarrollo una interesante carrera política, militando siempre en el pensamiento de izquierda, fue miembro del Partido Obrero Campesino, perteneció al Comité Central y de la Comisión Política y corresponsal en Moscú del órgano La Voz de México, del Partido Comunista Mexicano, en fin un extenso activismo político como pocos intelectuales mexicanos pueden presumir.
Hace unos días, leyendo el número especial de la revista Proceso número 43, “20 Años después del alzamiento Zapatista”, me encontré con la sorpresa de que Zepeda había concedido una entrevista a José Gil Olmos, titulada: “Mañana van a desaparecer “. El escritor cuenta cómo en los primeros días de la irrupción Zapatista, el entonces candidato a la presidencia nacional, Luis Donaldo Colosio, lo llamó para que encabezara una Comisión para la Paz, Zepeda aceptó la encomienda de buena fe, interesado en que los enfrentamientos cesaran y no se siguiera derramando más sangre. Hasta ahí, podemos creer o no en las palabra de Zepeda, estar o no de acuerdo con su postura.
El asesinato de Colosio el 23 de marzo, pone fin a las labores de Zepeda en la pacificación del conflicto armado. Al presentarse tiempos electorales, Eraclio busca la senaduría por Chiapas por el PRD, en ese tenor acompaña a Cuauhtémoc Cárdenas, candidato a la presidencia de la república, a una reunión con el subcomandante Marcos en La Realidad. En una charla en corto con Cárdenas, Eraclio le dice: “Mira, este es un ejército para la televisión, es un ejército para mostrarse, no para pelear”. En otro momento de la entrevista Eraclio hace una aguda observación, propia de un narrador de sus tamaños: “(Marcos) Traía su gorra, la capucha y las cananas que curiosamente no tenían que ver con sus armas, era más bien una presencia escenográfica”, hay que decir que Zepeda es un gran conocedor de armas, él mismo fue combatiente en Cuba. Hasta aquí nada que pueda extrañarnos, si bien podemos estar o no de acuerdo con las opiniones del escritor.

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