Por:
Alejandro Aldana Sellschopp.
Para:
Emiliano y Luz.
Este
viernes 18 de octubre finalmente se aprobó la reforma hacendaria,
complejo y arduo proceso en el se pusieron en juego un sin número de
mecanismo para, por un lado, evitar que fuera aprobada en los
términos que la presentaría el PRI, y por el otro, para que el
Secretario de Hacienda saliera triunfante.
El
sector de empresarios inmediatamente se puso manos a la obra al
enterarse que la reforma que proponía Luis Videgaray vulneraba
varios de sus privilegios. En los medios de comunicación, cuyos
dueños pertenecen a éste sector, se quejaron, criticaron y
reclamaron al gobierno por sus posturas agresivas contra ellos. Un
ejército de cabilderos se encargó de negociar con algunos
diputados, los resultados de dichas tareas fueron positivas, de
pronto el PRI se encontró en un escenario que muy probablemente no
había previsto, el PAN se oponía a la reforma tal cual la
presentaba el PRI, con lo que al Revolucionario Institucional no le
quedó más que buscar una alianza con el PRD.
Es
de todos sabido que Jesús Zambrano ha fortalecido dentro de las
filas perredístas una actitud oficialista, muy cercana a Peña
Nieto. El PRI consiguió que el PRD le cediera los votos que
necesitaba para que la reforma finalmente se aprobara; sin embargo,
fue necesario realizar algunas enmiendas y ajustes, con lo que el PRI
no alcanzaría sus objetivos planteados originalmente, hacienda tan
sólo recaudará 56 mil millones de pesos de los 240 millones que se
tenían estimados.
La
reforma tal cual se aprobó tiene puntos que llaman la atención: Se
elimina el régimen simplificado para el sector primario, en cuanto
al ISR se baja la deducción en la compra de automóviles, así como
en la renta de coches. Se incluye un aumento progresivo del impuesto
sobre la renta, que afectara a los miembros de la clase media que
ganan hasta 500 mil pesos en el año, es decir, todos aquellos que
ganen menos de 500 mil pesos al año, serán afectados con el ISR
progresivo, lo cual se hace aún más problemático para los
trabajadores, ya que será más difícil que se les aumente el
sueldo, ya que será gravable. En materia de impuestos para personas
físicas las cosas se vuelven más difíciles, el gobierno de Peña
pretendía que la tasa marginal de 32% para ingresos superiores a 500
mil pesos en el año, hasta esa cifra se pagaría una tasa máxima de
30%; sin embargos los diputados estipularon que aquellos que ganen
más de 500 mil pesos al año tributen una tasa de 31%.
En
cuanto al IVA en zonas fronterizas tributarán una tasa general de
16%, ya no de 11% como se pagaba ahora, lo que provocará que la vida
de estas zonas del país se encarezca.
El
PRD sostiene, como una irrisoria bandera, que logró que se impusiera
un impuesto de un peso por litro en las bebidas azucaradas y el 5% en
los alimentos chatarra. Hay que señalar que el gran triunfo
perredísta lacera gravemente a la Cooperativa Pascual, empresa
mexicana, que en un esfuerzo para apoyar al campo de nuestro país
utiliza para sus refrescos fruta y azúcar mexicanas. Las empresas
transnacionales de bebidas no usan azúcar, sino jarabe de fructuosa
que compren fuera del país.
La
reforma aprobada dista mucho de ser estructural, y deja de ser la
gran jugada de Videgaray para recaudar una fuerte cantidad que le
permitiera a las finanzas públicas sobrevivir sin la necesidad de
los cuantiosos activos que aporta PEMEX, así las cosas el gobierno
de Peña sufre un fuerte revés en su estrategia de reformas para,
según ellos, mover a México.