lunes, 2 de marzo de 2009

Alfonso Reyes y Radiohead DOS




Por: Alejandro Aldana Sellschopp.

En una época de su vida, Reyes busca los lectores que sus libros no conseguían en revistas, periódicos, y programas de radio, como afirma Emmanuel Carballo: “llegar a lectores y auditores ínfimos don Alfonso tuvo que bajar el nivel de los artículos y pasar de la literatura a la no-literatura: de mostrar a enseñar. Ya no buscaba lectores cómplices sino coautores desmadejados y lánguidos”.
Alfonso Reyes merece que se conjure el maleficio de sus obras completas, esa hidra alfonsina que devora sus mejores obras, le urgen mejores lectores, y sobre todo la publicación por separado de sus mejores obras, de las más de 150 cabezas, podemos rescatar a decir de Joaquín Blanco 10, esos 10 libros que en principio sí son libros de cabo a rabo, además de mostrarnos verdaderas innovaciones en el terreno de las ideas, esas que después Reyes se dedicó a reescribir hasta rayar en el auto-plagio y la parodia, libros que nos develan a uno de los prosistas más inteligentes que han existido en lengua castellana.
He mencionado que las obras completas de Reyes carecen de vigencia; sin embargo, sus mejores libros cuentan con una cualidad fundamental: la actualidad. La temática, su visión y un buen número de ideas nos hablan del hombre de ayer y de hoy, y sin duda prefiguran el devenir de la condición humana.
Entre sus mejores libros están: Visión de Anáhuac, Las vísperas de España, Calendario, El plano oblicuo, Cuestiones estéticas, Pasado inmediato, Letras de la Nueva España, La experiencia literaria, Los héroes, La afición de Grecia, Oración del 9 de febrero, Cuando creí morir, La crítica en la edad ateniense, La antigua retórica, entre otros.
Mención aparte merece Junta de sombras (Estudios Helénicos), un grueso tomo de 400 páginas que contienen 25 ensayos esplendidos. El libro se publicó por primera vez en 1949, y no se volvió a reimprimir sino hasta el 2000 como libro independiente de la hidra alfonsina, a pesar de ser un material poco conocido, considero que es un texto fundamental en el pensamiento de Alfonso Reyes. Diez años dedicó su autor para terminarlo, consiguiendo cimentar sus ideas y visión respecto al mundo helénico que tanto lo seducía; además de estar excelentemente escrito, dejándonos constancia de por qué Reyes es uno de los mejores ensayistas en castellano del siglo XX.
He de decir que en recientes fechas el Fondo de Cultura Económica, la f,l,m., el TEC, la Cátedra Alfonso Reyes y el Gobierno de Nuevo León, han iniciado la publicación de la colección Capilla Alfonsina, que además de descabezar a la hidra, nos presenta excelentes textos con prólogos de escritores como: Carlos Monsiváis, Julio Ortega, David Brading, Gonzalo Celorio, José María Pérez Gay, Vicente Quirarte, José Emilio Pacheco, Bernardo Sepúlveda, Carlos Fuentes y Margo Glantz.

1 comentario:

Amarantha Vázquez dijo...

¿Cuestiones estéticas?

por qué

raúl