sábado, 17 de noviembre de 2007

Una noche con la música

Los imprescindibles
Por: Alejandro Aldana Sellschopp.

Es probable que para muchos Queen represente una etapa decadente del rock, si bien es cierto su carrera está plagada de altibajos, no podemos dejar de reconocer que su contribución a la música del mundo es fundamental, dueños de una potencia aterciopelada, reyes (perdón reinas) de estructuras melódicas impresionantes, que bien podrían ser la envidia de Brian Wilson o los Beatles, sustentadas en la inigualable voz y estilo de Freddie Mercury, sino escuchen al “nuevo” Queen con Paul Rodgers, y el sonido único que le imprimía la guitarra de Brian May, músico poco valorado en su justa dimensión.
El año clave para el grupo fue 1975, ya que como en todas las obras maestras de la música, encuentran al productor adecuado: Roy Thomas Baker. La experiencia y pericia de Roy se verán reflejadas en el disco, la experimentación con capas de sonido, retroalimentación, coros superpuestos y muchísimas cosas más fueron posibles gracias a los vastos conocimientos del productor. Sumado a esto vemos a un grupo consolidado, maduro musicalmente, forjadores ya de un sonido característico, las tendencias sinfónicas, el montaje de piano y guitarra apuntalados con coros agresivos pero melódicos, son el lenguaje que les permite transitar por la oscuridad y la luz transparente, como podemos escuchar en Great King Rat y su primer gran éxito Killer Queen. Su anterior disco Ser Herat Attack, los había colocado como una banda de interés para un público más extenso y los críticos; sin embargo la bonanza económica no llegó al grupo, como suele suceder el manager los había robado, en quiebra y con la brújula averiada el grupo estaba más cerca del abismo.
Brian May contacta a John Reid, que fue manager de Elton John, quien le dijo “yo les arreglo los problemas, ustedes vayan y hagan el mejor disco que se haya escuchado nunca”, y los muchachos lo tomaron muy en serio. Revaloraron su propia historia, ya en Queen II vemos indicios de recursos de composición que retomarían, el barroquismo de su música era patente, un barroquismo que nunca cedió demasiado, debemos decir que Queen fue sobre todo pop, aderezado con maestría musical, y para ello se valieron del estudio como un instrumento más, una tendencia común en la época, tuvieron acceso a la primera mesa de 16 canales, después una de 24, y sobre todo contaron con tiempo, sin prisas ni presiones. Queen contó solamente con 45 mil libras para elaborar su obra maestra y vendió millones y millones de discos, Bohemian Rhapsody se mantuvo nueve semanas consecutivas, y es para muchos la mejor rola de todos los tiempos.
Como en ninguno de sus discos, quizá únicamente en Inuendo, la paleta sonora de Queen fue tan variada, rock, baladas, progresivo, elementos orquéstales y sinfónicos se funden para crear uno de los discos más importantes de la historia del rock. El nombre del disco surge una tarde en la que la banda se queda en el estudio para ver una película de los hermanos Marx, el título?: Una noche en la ópera. Tiempo después los miembros de la banda visitan a Groucho, como homenaje, posteriormente volverían a utilizar el título de otra película de los Marx para rubricar un disco.
El disco comienza con una intro que hace de overtura, contiene el germen de las piezas a desarrollar, un piano desplegando algunas figuras sencillas, efectos muy probablemente realizados con la guitarra, hay que decir que en el cd no se usan sintetizadores, capas de guitarra, y un compás de guitarra pesada que se ahoga en un sonido que va creciendo en intensidad y volumen para interrumpirse de golpe, cayendo en un desnudo sonido de piano, instalándonos en la primera rola en forma Death on two legs, en el titulo se agrega un paréntesis que dice (Dedicated to…), la dedicatoria es para el anterior manager que no sólo les había robado, sino que les auguró un futuro negro, el fracaso total, es una pieza de cierto sonido pesado sin dejar su marco pop, Brian May en su afán de tener un sonido único fabricó su propia guitarra, y uno de los aditamentos que la hacen tan especial, son las pastillas que están colocadas de tal manera que provocan un sonido lleno de armónicos, en esta canción escuchamos armónicos excelentes, los coros y la voz de Mercury dotan al sonido pesado de armonías muy potentes. Si bien el disco no es conceptual, estrictamente hablando, sí encontraremos una estructura con un sin fin de vasos comunicantes, así como puentes que interconectan una rola con las otras, parecido al Abbey Road de los Beatles, así el puente de la primera canción a la siguiente es un brevísimo eco que se ensordece y nos coloca frete a otro piano solitario, así comienza Lazing On A Sunday Afternoon, es el tema más breve, de tan sólo 1:07 minutos, la voz se escucha desde un eco muy especial, y es que se gravó mediante un sistema de tubos y micrófonos con lo que lograron producir ese efecto grave en la voz de Freddie, la intención era, y vaya que se logró, hacernos creer que escuchamos una vieja canción inglesa por algún miembro de la realeza.
Roger Taylor es conocido en el mundo de la música por muchas cosas, entre ellas su buena onda, es muy querido en el medio, sus locas fiestas son famosas, como aquella ocasión en la que rentó un reflector, tipo batman, que iluminó todo Londres proyectando su nombre en el oscuro cielo, sólo para anunciar el lugar en el que se celebrarían sus cumpleaños; pero Roger es mucho más que eso, sin duda es uno de los mejores bateristas, siempre se ha subestimado su contribución, además cantaba muy bien, una voz que era perfecta para un grupo como Queen, en aquellos lejanos años setenta, era difícil ver a bateristas que cantaran, más allá del buen Ringo que siempre desafinaba, pocos lo hacían, Taylor cantaba, hacia coros, y de vez en cuando componía. Precisamente él es autor de la tercera rola, una de mis favoritas, la subestimada siempre I’m In Love In My Car, dedicada supuestamente a su coche, aún que Brian comentó en una entrevista que Roger le canta a algo más que un coche, si bien la letra es sencilla, simple, casi tonta, la manera de cantarla es excelente, y miren que decir eso teniendo a Mercury en el mismo disco es mucho decir, la rolita comienza con una micro-intro que anuncia la potencia de ese motor, la voz de Taylor emula un motor bien aceitado, la guitarra es un poema con sus arreglos y figuras, los armónicos se engarzan con los coros y los efectos de autos que pasan a toda velocidad.
Después de la coda donde escuchamos motores comienza el piano eléctrico de John Deacon, buen bajista, el más reservado del grupo, escribió pocas rolas aunque llegaron hacer grandes éxitos comerciales, quedó tan asqueado del mundo del disco que se negó ha acompañar al grupo en su regreso. You’re My Best Friend, está dedicado a su esposa, si bien el tema es algo cursi, dulzón, es de muy buena manufactura, el tema sigue siendo hay día la segunda rola más pedida en estaciones radiales de gringolandya.
Brian May es un músico excepcional, la parte perfecta que completaba el gran talento de Freddie Mercury, uno de los mejores guitarristas de todos los tiempos, quizá sus mejores composiciones se encuentran en este disco, y es precisamente una de ellas ´39 compuesta y cantada por May, el tema es complejo ya que contiene muchas capas de sonidos que embonan a la perfección, las guitarras acústicas, un bajo casi de cuerda-cajón, la ausencia de batería, la pandereta y el bombo apagados, imprimen un sonido fresco, propio del mejor Folk inglés, la letra es interesante, se trata de un hombre que viaja al espacio y cuando regresa todo es completamente distinto, el tiempo es relativo, parece la teoría de la relatividad musicalizada.
La belleza melódica de ´39 deja a Sweet Lady, rolita que es dinamita pura, con un rif de guitarra inolvidable, y una batería justa, sin excesos.
En cierta ocasión Freddie y Roger comenzaron a jugar con unos dedales, los colocaron en sus dedos y comenzaron hacer sonidos, ritmos, sobre un escritorio, con la boca hacían ruidos de trompetas y trombones, así nació la rola-broma Seaside Rendezvous, es la pieza atípica del disco, ya que suena a Charleston, la interpretación de Freddie es fundamental, ya que en su tono de voz lleva toda la ironía, picardía, y desparpajo que se necesitaba, por supuesto la orquestación es perfecta, sobre todo los metales.
Si en este disco no estuviese la magnánima Bohemian Rhapsody, diría que The Prophet´s Song, es la mejor rola, su estructura es impecable, debe escucharse con calma, disfrutando los matices, la tremenda coloratura de instrumentos y sobre todo las voces que se convierten en un verdadero huracán de sonidos y tonalidades, las atmósferas se logran increíblemente, la guitarra acústica y el arpa, nos descubren mundos sonoros que rayan en lo onírico. Y es que la canción nació precisamente en un sueño, cuenta Brian que soño la historia de un profeta que decía un sermón, además recordaba partes de la música, lo cual rescata para componer esta pieza magnífica, además se integra un instrumento llamado koto, que le da un sonido limpio y cristalino, en realidad era un juguete que Taylor se llevó de uno de sus viajes a Japón, logró afinarlo y aprendió a tocarlo. La sección hard es muy potente, con mucha fuerza, coros agresivos, para regresar a lo acústico. Haciendo un puente muy natural llegamos a Love of my life, hermosa balada, un clásico indiscutible en el repertorio de Queen, nuevamente la voz e interpretación de Freddie son destacables, además la manera de tocar el piano es maravilloso, la guitarra acústica y los bellos arreglos de arpa de Brian son la clave de una rola que está más allá de los géneros, en la sección de guitarra eléctrica entendemos porqué May es uno de los guitarristas más respetados, ¿cómo diablos logra que su lira suene a chelo? Increíble.
Good company es un buen tema, sin embargo considero que el lugar que le asignaron no era el más adecuado, ya que rompe con la atmósfera lograda hasta ese momento, es un corte a la manera de Seasede… es autoría de Brian quien toca un banjo-ukulele, muy parecido al que tocaba su padre, y en el que el propio Brian aprendió a tocar, antes de pasar a la guitarra. Es interesante escuchar la orquestación de vientos, los clarinetes son excelentes, los trombones hacen muy divertido el viaje.
Y…..bueno, bueno, llegamos a la cumbre del disco, de la historia misma de Queen y una de las cúspides del rock, rola-opereta que ha marcado muchas generaciones, compleja, única, barroca. Compuesta en su totalidad por Freddie Mercury, es una pieza polifónica absolutamente excepcional, producto del estudio, imposible tocarla completa en vivo, por ello en los conciertos se ponían partes gravadas en pistas, sobre todo la parte operística. Es una verdadera montaña rusa de sensaciones, de la dulzura, desesperación, tristeza, hasta la explosión del hard, la alegría y un vacío extraño. Rola votada como la mejor de todos los tiempos, podemos estar en desacuerdo, pero sí es una de las mejores de todos los tiempos. La canción es revolucionaria en muchos sentidos, la fusión de varios estilos: rock, balada, ópera, hard, entre otros, logrando un equilibrio excelente. Nadie quería pasarla en sus emisoras de radio, ya que decían que era muy larga, incluso los dueños, mmm siempre los dueños de la disquera se oponían, se cuenta que freddie llevó una maqueta a un amigo que tenia una pequeña radiodifusora y cuando la escucho la pasó en un día más de 20 veces, sin que el sencillo saliera al mercado oficialmente.
Roger Taylor cuenta: “No hubo un plan, sucedió como iba pasando. Freddie vino un día y la tenía escrita, completa, en la parte de atrás de guías telefónicas. Tenía todas las armonías escritas, y ya tenía pensado todo en la cabeza, sabía exactamente cómo quería que sonara. La mitad del tiempo no sabíamos realmente cómo era la totalidad, qué iba a sonar cuándo la termináramos. Eso fue muy sorprendente. Hay armonías enormes y él tenía la mayoría de antemano en su cabeza”.
Freddie Mercury comentó:“Fue una tarea monumental, hecha en tres secciones bien definidas y luego ensambladas. Cada una requería gran concentración. La sección de ópera fue el gran desafío, porque queríamos recrear una gran armonía nosotros tres. Eso significó un montón de sobregrabaciones y otras cosas. Creo que entre los tres, Brian, Roger y yo, recreamos un efecto de coro de 160 a 200 integrantes. Es un tremendo rango de armonías, involucró hacerlo una y otra y otra vez para que sonara más y más grande. En la parte del “no, no, no” en diferentes escalas, nos sentamos ahí cantando “no, no, no” como 150 veces. Nos volvimos locos”.

Roger Taylor: “La cinta quedó casi transparente, de verdad. Eran tiempos de 16 canales y apilábamos sobregrabaciones... La cinta no aguantaba más, había pasado tantas veces por las cabezas de grabación que había perdido el óxido. Fue mucho trabajo y bastante tedioso, pero luego de tres horas de grabar podías escuchar una partecita y estaba muy bueno. Era un gran paso para nosotros, porque nadie estaba haciendo algo así. Es una gran canción, seria pero con sentido del humor, especialmente en el pastiche del medio. Nos pareció buenísima, hilarante, grandiosa, excitante... divertida”.
En fin sólo de la rola se podría escribir muchísimo, pero más que tantos rollos hay que escucharla, es una obra de arte, y el arte no necesita de muchas explicaciones para que nos seduzca.
El disco cierra tan bien, que la rola se convertirá en el cierre oficial de todos los conciertos de Queen, es ni más ni menos que God save the Queen, los arreglos de guitarra son excelentes, acompañados de los timbales y platos de Roger Taylor. Así que si quieres escuchar una obra fundamental del rock y despojarte de cierto snobismo hard, escucha y disfruta de este disco magnifico o o o o o o o o o o o …..

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