domingo, 22 de junio de 2008



Por: Raúl Vázquez.





Por fin vio la luz mi primer libro, en el que también participan Mario Alberto Bautista y Marco Antonio Castañeda. Sin bien, la búsqueda poética ya no es la misma, sí, se podría decir, es testimonio de un momento, de un tiempo significativo en mi proceso de escritura.Raúl Vázquez Espinosa.................................................Aquí un extracto del prólogo:
El más joven poeta es propenso al texto lírico: los fenómenos externos se ven casi siempre a través de una conciencia que observa, a través de un pálpito, de un vuelco en el corazón. El consabido proceso de las artes en el que se va de lo lírico a lo dramático, de lo personal a lo impersonal, se verifica con lentitud en el escritor en ciernes. Es un tránsito que en ocasiones incluso nunca llega a cumplirse.
Inversamente, sin embargo, el lector de Entre lo timorato y lo arrogante encontrará a tres jóvenes autores que dan muestra de un inicial desprendimiento de sus emociones, que ya se apartan de esa conciencia observante por la que pasa el mundo para proyectar en sus versos el drama colectivo, el drama en gente al que se refería Fernando Pessoa.
Mario Alberto Bautista, quien abre el volumen, es muestra fehaciente de ello. Con una capacidad de observación poco frecuente, incluso en autores de más edad, Bautista ha construido un conjunto de breves como brillantes textos donde se busca ante todo la precisión, no tanto el testimonio de las sensaciones, sino la exactitud de lo observado, la potenciación de la palabra. Baste un solo ejemplo: “es de carne una moneda” escribe para referirse a la mantarraya, que titula su breve intervención.
Raúl Vázquez Espinosa es el poeta que más se acerca de los tres a la despersonalización arriba mencionada: mediante una combinación adecuada de versos tradicionales (“Inevitable pensar en los que sufren”) y vanguardistas (“Como de ángel viene/ la caramida”), establece imágenes desconcertantes sobre una realidad tan dolorosa, así como una atmósfera sofocante y cruenta.
En la última sección, last but not least, Marco Antonio Castañeda logra poemas límpidos en referencia, no a la cara visible de la vida, no a la evidente, sino a la escondida. Se trata de “La cara secreta de las cosas” en donde “Las calles soportan su cansancio/ como la más luz soporta/ la menos noche”.
José Martínez Torres

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