martes, 16 de septiembre de 2008

Comunicado de David


fuente: Comunidad Floydiana Internacional


Nadie puede reemplazar a Richard Wright. Él era mi compañero musical y mi amigo.
En las innumerables discusiones sobre quién o qué era Pink Floyd, generalmente se ha olvidado el enorme aporte de Rick.
Él era un hombre dulce, sencillo y reservado, pero su voz y forma de tocar eran vitales, componentes básicos de nuestro reconocido "sonido Pink Floyd".
Nunca he tocado con nadie que sea tan como él. La mezcla de nuestras voces y nuestra telepatía musical alcanzó su mayor florecer en 1971 en 'Echoes'. Desde mi perspectiva, todos los grandes momentos de Pink Floyd eran en los que él estaba. Después de todo, sin 'Us and Them' y sin 'The Great Gig In The Sky', ambas canciones que él compuso, ¿qué habría sido de 'The Dark Side Of The Moon'?. Sin su característico "touch" tranquilo y delicado, el álbum 'Wish You Were Here' no habría resultado.
En la mitad de nuestros años, por muchas razones, él se perdió de su camino por un tiempo. Sin embargo, a principios de los noventas con 'The Division Bell', su vitalidad, chispa y humor retornaron. La reacción de la audiencia en sus apariciones durante mi gira de 2006 elevaban su espíritu enormemente. Para él, eran toda una sorpresa esas ovaciones que le brindaba el público de pie (no así para el resto de nosotros), y eso era una verdadera señal de su modestia.
Como Rick, no me es fácil expresar los sentimientos que me embargan en palabras, pero lo amé y lo voy a extrañar enormemente.
David Gilmour
Lunes 15 de Septiembre de 2008

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