martes, 10 de julio de 2007

1er Encuentro de Escritores Tabasco



por:Alejandro Aldana Sellschopp.
Hace unos días recibí una invitación para participar en el primer encuentro de escritores Andrés Iduarte a realizarse en Tabasco, el documento me lo enviaba Héctor Cortés Mandujano, y se apuntaba que en narrativa iría yo y en ensayo Rolando Mazariegos. Sin dudas me sorprendió ser “elegido”, ya que en la “era” Oliva los jóvenes escritores chiapanecos fuimos poco menos que bárbaros. Los estados participantes fueron Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Veracruz, Yucatán y Tabasco. Las instituciones convocantes el gobierno del estado de Tabasco y el Instituto Estatal de Cultura.
Así del 5 al 7 de julio se celebró dicho encuentro. Siempre he pensado que los encuentros o festivales de escritores sirven fundamentalmente para pasársela bien, vacaciones para creadores, que en algunas ocasiones no cumplen con el requisito “ser representativos”, ya sea por obra publicada, o llevar un pecho flanqueado por medallas y premios, o ya en su mejor momento por su calidad. Generalmente acuden los amigos de los directores de los consejos de los estados o de los organizadores, en segundo lugar los encuentros sirven para la vinculación, saber más o menos que escribe el autor del estado vecino, cuáles son (si las tienen) sus preocupaciones estéticas.
Llegue a Tabasco dispuesto a usar mi ramillete de guayaberas, días antes Floriberto Yépez me dijo mediante correo electrónico que en ocasiones Tabasco no era un edén, y que corría el riesgo de toparme con un encuentro digno de la asociación de escritores, narradores, poetas, poetisas y compositores de Chicomuselo. Por lo tanto iba preparado para todo. Al llegar me recibió un calor infernal, y la atenta, dispuesta y amable ayuda del poeta chiapaneco Héctor de Paz, buen poeta, excelente anfitrión.
La organización impecable, en ocasiones uno se preguntaba si en verdad estábamos en el trópico mexicano, donde prevalece la cultura del menor esfuerzo. Me entregaron una elegante carpeta con toda la información, en una parte decía “...los escritores de la región Sureste de nuestro país han mantenido un estrecho contacto entre ellos, lo que se ha traducido en amistades entrañables, proyectos conjuntos y la configuración de obras literarias...” Inmediatamente pensé en Carlos Pellicer, José Gorostiza, Torres Bodet, José Carlos Becerra y los relacioné con Jaime Sabines, Roberto López Moreno, Raúl Garduño, y al gran promotor cultural y magnífico poeta Daniel Robles Sasso. Mientras leía el programa me entusiasmó descubrir el nombre de Eduardo Huchín (que escribieron mal Eduardo Juchín), buen amigo campechano, magnífico ensayista y buen narrador; sin embargo los escritores de Campeche me dijeron que Eduardo no había podido asistir por motivos de trabajo, reconozco que eso me bajo la pila, platicar con él me hubiese encantado, otro nombre familiar era Rolando Mazariegos, el ensayista chiapaneco, luminoso como siempre hizo más interesante y divertido el encuentro. Y es que una de las características de este encuentro fue el sentido del humor.
El día jueves comenzó con la conferencia verdaderamente magistral del maestro Eraclio Zepeda, a quién me encontré en el hotel, al salir del elevador me lo tope de frente, lo salude e inmediatamente comenzamos a platicar de literatura chiapaneca, mexicana, los nuevos poetas, los novelistas, “tú eres el autor de Diario de un Lobo, publicado en Alfaguara”, me dijo, me sorprendió que tuviera esa información, sobre todo siendo yo un simple mortal de la escribidera, Eraclio Zepeda y Elba Macias se portaron muy amables con los jóvenes escritores, humildes y platicadores, dicharacheros y buenos espadachines en aquellos menesteres de la ironía y el humor negro. Eraclio Zepeda disertó sobre la literatura en el Sureste de México, deslumbrante conocimiento de la literatura de la región, plagada, como es costumbre, de anécdotas chispeantes, cuando habló de Chiapas se refirió a la obra de los “muchachos” (esas fueron sus palabras), Jesús Morales, Héctor Cortés, Oscar Palacios y para mi sorpresa me mencionó. Como he señalado el encuentro lleva por nombre Andrés Iduarte, Eraclio Zepeda también se refirió a la vida y obra de este autor tabasqueño, después de leer algunos de los libros de este autor, que amablemente nos regalaron los organizadores, puedo decir que Iduarte es un escritor interesante, con mucha obra publicada y muy buena pluma.
El día viernes tocó turno a los ensayistas, los hombres de ideas, ellos que se mueven en el elevado mundo de la inteligencia, los participantes: Chiapas-Rolando Mazariegos, Quintanaroo-Rodolfo Novelo, Tabasco-Sergio A. Ávalos, Veracruz-Jesús Garrido, y Yucatán-Verónica Gracia R. Después de escucharlos quedé convencido que Rolando Mazariegos puede ser un escritor importante para que por fin ¡ya! tengamos ensayo digno en Chiapas, además el trabajo de Verónica García me llamó poderosamente la atención, presentó resultados de su taller que tiene en varias cárceles de mujeres de Yucatán. Por la mañana nos llevaron a un recorrido por la biblioteca pública de Villa Hermosa, un monumento al libro, obra de Teodoro Gonzáles de León, nada diferente a lo que estamos acostumbrados, hasta que llegamos a una sección donde tienen ¡la biblioteca que perteneció al maestro Julio Torri!, ahí estaban sus libros empastados en piel, en varios idiomas, sus autores favoritos, primeras ediciones de sus obras, hurgamos, leímos, olfateamos, disfrutamos el estar ahí.
El sábado tocó turno a los narradores, los participantes: Campeche- Rodrigo Solis, Chiapas-Alejandro Aldana Sellschopp, Quintana Roo-Miguel Ángel Manjares Torres. Tabasco- José Manuel Tamez, Veracruz- Lucía M. De Block. Yucatán- Francisco Lope Ávila. Lo único que puedo decir es que la situación es critica, que lejos estamos de aquellos maestros Eraclio Zepeda, Rosario Castellanos, Juan de la Cabada, Juan García Ponce, etc, etc.
Para cerrar con broche de oro (como diría el maestro de ceremonias de mi pueblo), la maestra Elva Macías presentó su libro “Imperio Móvil”, con la opinión crítica de Francisco Magaña (que estuvo ajeno a los escritores invitados, y únicamente tuvo ojos, oídos y atenciones por Eraclio Zepeda y Elva Macías), el libro bueno, mi estúpida pobreza me impidió comprarlo. En fin el encuentro fue muy bueno, mejor de lo que esperaba, a los organizadores un franco agradecimiento, a la maestra Norma Lilí Cárdenas Zurita, Héctor de Paz, Vicente Gómez Montero, a Héctor Cortés Mandujano, y uno, dos, tres para todos los participantes.

1 comentario:

Tonalli: Casa del Sur dijo...

Veo que en esas fotos está mi amiga Verónica García, de Yucatán; con quien he compartido maravillosos encuentros de promotores de lectura. ¡Qué bueno recordar!. Saludos